Frascos para envases de cosméticos. Los productos diseñados para productos sensibles suelen tener características específicas para proteger estos productos de la exposición a la luz o al aire, ya que estos factores pueden degradar la calidad y eficacia de ciertos cosméticos. A continuación se muestran algunas características comunes que puede encontrar en los frascos de cosméticos diseñados para productos sensibles:
Materiales opacos o resistentes a los rayos UV: Muchos frascos están hechos de materiales opacos o resistentes a los rayos UV para evitar que la luz penetre y afecte el producto en su interior. Esto es particularmente importante para productos que son sensibles a la radiación ultravioleta, como algunos productos para el cuidado de la piel.
Sellos herméticos: los frascos de cosméticos a menudo vienen con sellos herméticos, como tapas de rosca o sellos internos, para minimizar la exposición al aire y evitar la entrada de contaminantes. Estos sellos ayudan a mantener la frescura del producto y extender su vida útil.
Dispensadores con bomba: para productos líquidos o en crema, algunos frascos de cosméticos están equipados con dispensadores con bomba. Estas bombas ayudan a dispensar el producto sin exponer todo el contenido al aire, reduciendo el riesgo de contaminación y oxidación.
Tapones cuentagotas: algunos frascos de cosméticos para sueros y aceites cuentan con tapones cuentagotas que permiten una dosificación precisa y minimizan la exposición al aire. Estas tapas suelen tener una pera de goma o una válvula de silicona para controlar el flujo del producto.
Envasado al vacío: En cosmética de alta gama se puede utilizar el envasado al vacío. Se trata de eliminar el aire del envase antes de sellarlo, lo que ayuda a conservar el producto y evitar la oxidación.
Contenedores de doble pared: Los frascos de doble pared tienen una capa interior y exterior, que pueden proporcionar aislamiento adicional contra los cambios de temperatura y ayudar a proteger los productos sensibles.
Frascos de colores oscuros: Los frascos de colores oscuros, como el ámbar o el azul cobalto, se utilizan para productos sensibles a la luz. Estos tarros reducen la cantidad de luz que llega al producto.
Revestimientos de barrera: algunos frascos tienen revestimientos de barrera hechos de materiales como aluminio o plástico que brindan una capa adicional de protección contra la infiltración de aire y humedad.
Insertos de embalaje: los fabricantes pueden incluir insertos de embalaje como bandejas de espuma o plástico para sujetar el producto de forma segura y reducir su exposición al aire o la luz cuando se abre el frasco.
Ventanas transparentes: en algunos casos, los frascos pueden tener ventanas o paneles transparentes que permiten a los consumidores ver el producto y al mismo tiempo protegerlo de la exposición excesiva a la luz. Estas ventanas suelen estar hechas de materiales resistentes a los rayos UV.
Las características específicas que se incorporen a los tarros envases de cosméticos dependerán del tipo de producto para el que estén diseñados y de los requisitos de embalaje de la marca. Es esencial que los fabricantes elijan el embalaje adecuado para garantizar la estabilidad y eficacia de los productos cosméticos sensibles y, al mismo tiempo, cumplir los objetivos estéticos y de marca.